UNA PROPUESTA DE INTERVENCIÓN EN EL PROCESO DE SELECCIÓN DEL PERSONAL FEMENINO PARA LA POLICIA NACIONAL

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las mujeres víctimas de abuso sexual para determinar cuál es la que tiene mayor incidencia en ellas y como esta puede afectar el desempeño laboral como Policía.

• Realizar seguimiento y acompañamiento a las mujeres que fueron víctimas de abuso sexual, para lograr en ellas una estabilidad emocional frente a la conducta postraumática que puedan presentar en el ejercicio de la función pública.

Justificación e importancia.

El abuso sexual afecta principalmente a los niños de cualquier género y de las mujeres, dejando graves consecuencias para las víctimas y sus familias en el entorno social. En este artículo se pretende tomar medidas destinado a apoyar a las víctimas de abuso sexual por parte de los sistemas de salud pública, y apoyar el tratamiento de origen psicológico más recomendados para reparar la salud mental de las víctimas. El abuso sexual en los países en desarrollo debe ser una cuestión de seguridad pública, más aun en Colombia, donde la violación de mujeres es frecuente como sometimiento a los placeres y dominios del hombre sobre ella.

El abuso sexual es un problema latente en la sociedad ya que está atacando, en gran medida, la mayoría de los casos en las mujeres. Las mujeres, independientemente de su edad son víctimas de la violencia, y aunque no es un problema nuevo, no fue hasta hace unos años que comenzaron a dar importancia y lo que ha sido un mito entre las filas de la Fuerza Pública.

Este ataque físico y emocional contra las mujeres es un problema que no atiende la población de Colombia, y especialmente en las mujeres que han sufrido este problema, ya que por miedo a las consecuencias deciden reservar o callar estas experiencias y ocultar lo difícil que es afrontar la realidad en la que viven.

Como resultado las mujeres víctimas de abuso sexual tienen lesiones que se producen durante un período no determinado después del hecho, que se conoce como estrés post-traumático. Esta tensión aparece en diferentes formas y manifestaciones, ya sean éstas agudas, crónicas o demoradas. Las consecuencias de sufrir un abuso son además de mentales, físicas ya que la mayoría de las mujeres son maltratadas, intimidadas y golpeadas antes de que el agresor sexual proceda a abusar de la víctima.

Hoy en día, gracias a la importancia que comenzaron a dar en estos casos, algunas mujeres aceptan la ayuda profesional en centros especiales que proporcionan privada y puede adquirir más conocimientos acerca de la ley, porque hay una parte de esta protección, pero no están disponibles para todos los niveles económicos y sociales.

Las personas con estrés post-traumático como consecuencia de abuso sexual, no hablan de lo que les ocurrió, evitando todo tipo de cosas que se relacionan con su experiencia. Las víctimas que han sido atacadas, tienen un cambio en su actitud, incluyendo el temor de quedarse sola, hablar con extraños, tener relaciones sexuales de nuevo, ya que la mayoría de las veces se culpa a sí mismas como responsables de lo sucedido y en otras ocasiones cuando el abuso se ha causado en la edad de la pubertad o incluso más jóvenes tienden a ocultarlo por temor a represalias por parte de sus compañeros.

Es por esto que se es necesario realizar una investigación, con el que se pueda establecer en el proceso de incorporación un mejor panorama del medio en el que se desarrollan mujeres que han sido víctimas de esta violencia, y demostrar las consecuencias que trae en su rehabilitación ya que sufren por un estrés post-traumático, que cambia sus actitudes y manera de pensar. Pero al mismo tiempo comprobar que el comportamiento de ellas no vuelve a ser el mismo y que la reacción ante dicho problema es diferente según la edad y madures que ellas presenten y la forma en que puedan reaccionar en un momento en el cual ellas atiendan un caso de Policía de abuso sexual.

En Colombia, la atención que reciben las sobrevivientes de abuso sexual por parte de las entidades de Salud Pública es inexistente; menos aun hay investigaciones que demuestren la efectividad de los programas públicos de atención a las víctimas del abuso sexual. El Programa de Atención Integral a la Violencia Sexual (AVISE), que pertenece a una entidad privada denominada Profamilia, ofrece únicamente de forma gratuita la orientación y asesoría previas a los servicios. Existe un programa de atención a víctimas de la violencia que depende de la Agencia Presidencial para la Acción Social y la Cooperación Internacional, pero este programa está orientado mayormente a personas desplazadas del conflicto armado y solo ofrece ayuda coyuntural.

En Colombia, la atención recibida por los sobrevivientes de abuso sexual por parte de las instituciones de salud pública es inexistente; Incluso hay investigación que demuestra la ineficacia de los programas públicos para ayudar a las víctimas de abuso sexual. Programa de Atención Integral a la Violencia sexual (AVISE), que pertenece a una entidad privada llamada Profamilia, proporciona sólo una guía y asesoramiento previa a los servicios. Hay un programa de asistencia a las víctimas de la violencia en función de la agencia del Presidente de la República para la acción social y la cooperación internacional, pero este programa se orienta principalmente al conflicto armado desplazados y sólo proporciona apoyo circunstancial.

El gobierno de Colombia, a través de la Corte Constitucional (2008), reconoció la extensión y la gravedad de la violencia de todo tipo, incluidas las sexuales, a la que están expuestas las mujeres, especialmente las que viven en zonas donde los grupos armados ilegales y el estado se disputan territorios y legitimidad. Debido a esto, la orden 092 de 2008 reconoce que el Estado colombiano debe implementar programas de asistencia destinados a mitigar los factores de riesgo en esta población. Por desgracia para las víctimas, las disposiciones legales del 092 no han sido implementadas.

Desde la perspectiva de los tratamientos y terapias para estos casos, Kilpatrick, Amstadter, Resnick y Ruggiero (2007) sugieren que, antes de iniciar el tratamiento, las personas deben ser evaluados con tacto y la minuciosidad que tener cuidado con el uso de la diagnosis que hacen.

Es ante esto, que si el Estado en representación de la Policía Nacional, y esta a su vez entrega la responsabilidad a la dirección de incorporación para seleccionar el personal femenino que en un futuro portara las armas del estado y bajo su capacitación el uso de las mismas. Sin llegar a analizar, constatar o realizar seguimiento alguno por parte del personal de psicólogos y profesionales de la salud, a las