EL PROCESO DEL CAMBIO, TIPOS DE CAMBIO ORGANIZACIONAL, MANEJO DE LA RESISTENCIA AL CAMBIO

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EL PROCESO DEL CAMBIO

  Actualmente, son muchos los cambios en el contexto económico y social, realizamos, presenciamos la transformación de los hábitos sociales. La innovación tecnológica, los cambios organizativos y productivos, la internacionalización de los mercados o la entrada de nuevos competidores ocasiona que hoy en día las empresas estén en continuo cambio para, así permanecer en el mercado.

  La Real Academia Española de la Lengua lo define así: “Acción o efecto de cambiar”. El cambio es intrínseco del tiempo, es decir, que, dada una cantidad adecuada de tiempo, todas las cosas tienden a cambiar de un modo u otro, como un proceso continuo, interactivo y multifactorial. Todo cambio es dinámico, no estático. Los cambios exigen conocimientos y disposición, para generar, implementar y adaptarse en su estrategia laboral.

  Toda organización debe estar en condiciones de adaptación al entorno cambiante, el proceso del cambio conlleva desde la más mínima interrelación individuo, organización, producto, cliente, hasta el rediseño o innovación de la manera en la cual se debe dirigir una organización para lograr su existencia e inclusión en los mercados y alcanzar competitividad ya sea a nivel local, regional, nacional o internacional.

  Conlleva e implica evaluar el presente y el futuro para plantearse una visión y un rumbo fijo se tiene que establecer una planificación de estrategias que garantice un resultado positivo de acuerdo con los objetivos establecidos  

  Las empresas públicas y privadas se enfrentan a entornos políticos, económicos, sociales, culturales y también a las expectativas de las personas que trabajan en la organización o empresa, entornos que están en constante cambio, al que deben adaptarse, por lo tanto, es multifactorial es decir son muchos los factores que suelen generar los diversos cambios, sin embargo, una organización debe depender e interactuar con su ambiente externo.

  El cambio es el proceso a través del cual una organización llega a ser de modo diferente de lo que era en un momento dado anteriormente, el reto es para los directivos y todo el personal de la organización, cuando se va a llevar adelante un proceso de cambio se debe considerar que la nueva situación, ambiente o entorno proporcione la misma seguridad sin dar lugar al temor, mientras el proceso avance sin mayor dificultad ni complicación el cambio continua aunque más adelante puede ocurrir inconvenientes en algunos casos los involucrados tienden a volver a la situación anterior, por lo tanto, el proceso de cambio fracasa al poco tiempo de ser implementado. Para que un proceso de cambio ocurra de forma muy eficiente todos los miembros deben estar comprometidos con el mismo, esta sería una forma colectivista pesando más el personal interno de la organización, es decir sus empleados, son los más relevantes, ya que en ellos está el poder del cambio porque si el recurso o elemento humano no está de acuerdo, será muy difícil lograrlo.  

  El cambio organizacional hace referencia al proceso de transformación interna que lleva a cabo una organización con el fin tanto de reestructurarse y adaptarse al entorno social, económico y cultural en el cual está en constante competencia como de potencializar sus capacidades en diferentes ámbitos, y así aumentar sus posibilidades de éxito en el mercado (Pakdel, 2016).

  El cambio organizacional es necesario para toda empresa, porque debe adaptarse a la transformación del mercado, de la competencia, de la tecnología y de la economía. Por tanto, ha de mantener especial atención a todos los factores tanto internos, como externos. Estos motivarán ese cambio organizacional, pero ha de tener unos objetivos o propósitos muy precisos y aceptados por todos los que participan en este proceso. Por ello, podemos decir que existen diferentes tipos de cambio organizacional que puede surgir en una compañía.

  En la actualidad el ámbito de los negocios está sometido a un proceso de transformación digital que está cambiando la forma de entender el mundo de la organización, se trata de mejorar la eficiencia del trabajo y la productividad en el que pueden intervenir la implementación de nuevas tecnologías, como la robótica.

  En el contexto de las organizaciones, el concepto así considerado puede generar múltiples confusiones, pues la palabra «cambio» no haría ninguna diferencia entre la transformación estructural de las organizaciones, la modificación de su cultura, los ajustes a los procesos, procedimientos y normas, la modificación de orientación de sus mercados, o muchas otras consideraciones que son completamente diferentes entre sí (Marshak, 2002).

  Es notorio que en la explicación del cambio se contemplan factores con algún nivel de relación generalmente causal, en la actualidad, las organizaciones se interpretan como sistemas dinámicos, abiertos, con mecanismos de control y regularidades internas percibidas como estructura, en el sistema, el movimiento se considera como origen del cambio, influido por relaciones externas y por sus regularidades internas. El cambio es un tema central en la teoría organizacional por razones académicas y prácticas, por un lado, esta producción intelectual expresa la dinámica de las necesidades de las organizaciones en los procesos de globalización dentro del ideal del mercado. Por el otro, se ha evolucionado hacia consideraciones cognitivas y el análisis del lenguaje.

TIPOS DE CAMBIO ORGANIZACIONAL

  Cambio evolutivo o gradual: este cambio, que se produce de forma gradual e incremental, generalmente persigue un objetivo en particular.

  Cambio radical o revolucionario: este es aquel cambio drástico y repentino que se aplica sobre toda la estructura organizacional.

  En general, hay diferentes concepciones sobre el cambio organizacional, pero existe un cierto acuerdo en que se presentan 2 aproximaciones dominantes: el concepto de cambio planeado y el concepto de cambio emergente o súbito; el primero está determinado por la orientación de los procesos de transformación como resultado de la reflexión y el ajuste gradual de las organizaciones y el segundo se relaciona con la capacidad de responder rápidamente a las situaciones inesperadas que pueden presentarse en el entorno organizacional. Esto implica que, si una organización desea afrontar debidamente los procesos de cambio, es necesario que mantenga una cultura flexible y propicia a los mismos para poder conseguir los mejores resultados.