Taller de literatura infantil
Enviado por Ensa05 • 2 de Abril de 2018 • 2.907 Palabras (12 Páginas) • 445 Visitas
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general
Formar futuros ciudadanos lectores, críticos, analíticos y reflexivos sobre los distintos géneros literarios y con un gusto por la lectura.
Objetivos específicos
Fomentar en los niños el hábito, gusto y motivación por la lectura.
Guiar a los niños hacia la reflexión y el uso de información de lo que ellos leen.
Que los alumnos elaboren productos como evidencias de lectura con ayuda del docente, esto acorde a sus habilidades, edad, grado y desarrollo cognitivo.
Lograr que la mayoría de los alumnos lean como mínimo un libro por mes, que este vaya acorde a su habilidad lectora.
Incrementar la capacidad de la comprensión lectora para aplicar lso aprendizajes que de ella emanen.
Aunado a la lectura está la expresión oral, lo cual se fortalece a través de plenarias y exposiciones de libros o cuentos.
Recursos necesarios
Dentro de los recursos necesarios para poder realizar este taller me remito a decir que en la mayoría de las escuelas se cuenta con los libros de la biblioteca escolar o bien la biblioteca del aula.
Los libros del rincón de lecturas de la SEP son ricos en cuanto a contenido, abordan diversos géneros literarios ya sea como textos informativos o narrativos por citar un ejemplo, son agradables a la vista de los alumnos y aportan conocimientos que pueden complementar lo que se ve en clase. La biblioteca es un espacio donde los alumnos construyen aprendizajes, en donde se puede fomentar el gusto y habito por esta actividad, donde el docente puede guiar al grupo para realizar actividades, donde el alumno tenga la libertad de elegir o que lee, etc.
“La escuela tiene un gran aliado en la biblioteca escolar como proyecto común del centro educativo poniendo a los alumnos en múltiples situaciones de lectura, donde el leer no se limite al mero aprendizaje de unas técnicas de desciframiento. La promoción de la lectura desde la biblioteca escolar ha de servir para dar el salto desde el saber leer hacia el querer leer. Proceso en el que deben estar comprometidas la familia, la escuela y la biblioteca”. (Alonso Sánchez, 2008)
Adema de los recursos bibliográficos también se requiere que los alumnos realicen evidencias del trabajo, por lo que se pueden aportar artículos de papelería como marcadores, tijeras, lápices, plumas, colores, hojas de máquina, etc., la cantidad va a consideración de la actividad o estrategia implementada y al número de alumnos a quienes se imparte.
De igual manera, en la mayoría de las primarias se cuenta con internet, lo cual es favorable para obtener lecturas interesantes, cuentos cortos, historias de diversas temáticas o valores. De este fabuloso recurso nos podemos hacer valer para complementar el acervo bibliotecario del centro escolar o de nuestra aula.
Estrategias
Lectura en voz alta por parte del profesor
Leer al grupo el siguiente cuento:
El tambor de piel de piojo
Había una vez una reina que tenía una hija llamada Elena. La niña, simpática y curiosa, era una enamorada de la naturaleza. Su afición favorita era caminar al aire libre, trepar por los árboles y observar el comportamiento de los insectos.
Como siempre andaba correteando por el campo se ensuciaba mucho, así que cada noche, se daba un buen baño caliente antes de irse a la cama. Después, su madre desenredaba con un peine de marfil su largo y dorado cabello.
Una noche, en el peine apareció un piojo. La niña, emocionada, quiso quedárselo.
– ¡Oh, qué piojito tan mono! Lo guardaré en una caja de madera y lo cuidaré yo misma.
La madre, que consentía todos los caprichos de su querida hija, aceptó a regañadientes. Elena lo metió en una caja dorada y lo cuidó y alimentó con esmero hasta que se hizo tan grande como un gato. La niña estaba emocionada, pero ocurrió una desgracia: el tamaño era tan poco habitual para un insecto, que el pobre un día reventó.
La princesita se puso muy triste porque era su mascota y ya no se imaginaba la vida sin él. Envuelta en un mar de lágrimas, se lamentaba:
– Ha sido culpa mía por darle tanta comida… ¡Yo sólo quería que no le faltara de nada! ¿Qué voy a hacer ahora?
La madre la vio tan disgustada que, abrazándola muy fuerte, le dijo:
– Utilizaremos su piel para fabricar un tambor, y así, cada vez que lo toques, recordarás a tu querido amigo ¿Qué te parece?
A la niña se le iluminó la carita ¡Era una idea fantástica!
Esa misma tarde, el artesano real fabricó un lindo tambor de piel de piojo que sonaba fuerte y afinado. Elena lo cogió y ya no se separó de él ¡Se pasaba horas y horas tocándolo dentro y fuera del palacio!
Un día, el rey y la reina descansaban en el salón de la chimenea mientras escuchaban los continuos redobles del tambor.
– Querido, nuestra hija está entusiasmada con su nuevo juguete ¡Seguro que nadie se imagina que está hecho con piel de piojo!
– Tienes razón, amada esposa… ¿Sabes? ¡Se me ocurre una idea muy divertida! Haré una apuesta con todos mis súbditos.
– ¿Una apuesta? ¿Qué quieres decir?
– Pues que daré una gran recompensa a quien consiga adivinar de qué está hecho el tambor de la niña, pero eso sí: todo aquel que venga y no lo sepa, deberá pagarme una moneda de oro.
– ¿Tendrán que darte una moneda de oro si fallan?
– ¡Claro, mujer! ¡Como es imposible acertar, nos haremos inmensamente ricos! ¿No te parece una idea genial?…
A la reina le pareció bien. Acumularían mucha riqueza sin esfuerzo ¿Qué más se podía pedir? ¡Era un plan perfecto!
El rey mandó que los mensajeros de palacio hicieran llegar la convocatoria a todo el reino. Tal y como esperaba, no tardaron en presentarse muchos jóvenes dispuestos a conseguir la recompensa, aunque fuera un reto difícil.
Unos apostaban que estaba fabricado con piel de vaca, otros con piel de caballo,
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