La Programación Neurolingüística como Herramienta del Coaching Empresarial
Enviado por Albert • 8 de Diciembre de 2018 • 2.117 Palabras (9 Páginas) • 442 Visitas
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a lo expuesto por Gessen & Gessen (2002), el anclaje se sirve de un estímulo externo, sensorial, que se asocia con una conducta positiva que se desea adquirir. Un ancla puede ser una palabra, un gesto, un olor o color que nos lleve a un estado mental determinado que se estableció así alguna vez en el pasado.
Concuerdan O´Connor & Seymour (1993), quienes describen al ancla como un estímulo que está asociado y trae un estado psicológico implícito. Es cualquier cosa que da acceso a un estado emocional, y en consecuencia puede desencadenar el estado psicológico que se desee, y para el cuál se ha entrenado. En consecuencia, si el coachee necesita hacerle frente a una situación de la que se siente especialmente inseguro, el coach puede entrenarlo para que con la práctica el coachee pueda crear una nueva asociación entre el estímulo desencadenante y cómo desea sentirse para cuando llegue el momento de enfrentar esa situación que lo atormenta. Para ello, según señalan O´Connor & Seymour, las anclas deben: a) estar sincronizadas con el estado cuando está alcanzando el clímax; b) ser únicas y distintivas; c) ser fáciles de repetir con exactitud; y, d) estar ligadas a un estado que está revivido clara y completamente.
De lo expuesto, se puede llegar a la conclusión de que si el coach saber cómo transmitir ésta estrategia al coachee, y éste último lo practica hasta llegar a manejarlo, el ancla se transforma en un recurso clave para que el coachee obtenga los resultados deseados; entonces, estaría capacitado para fortalecer su estado mentales concentrándose en aspectos positivos. El ancla puede estar representado con cualquier gesto, por pequeño e imperceptible que éste sea, en realidad sólo necesita ser reconocido por quien lo practica. Por ejemplo juntar dos dedos de la mano izquierda antes de salir a exponer, ese sólo acto desembocaría un estado de placer y bienestar al expositor, quien previamente ha adiestrado a su cuerpo para que una vez su cerebro perciba el roce de los dedos, se encienda el botón del bienestar automático.
Otra de las estrategias listadas por (Gessen & Gessen, 2002) es el de re-encuadre, según los autores, esta estrategia consiste en modificar el marco de referencia en el cual una persona percibe los hechos para cambiar su significado. En consecuencia, todo parte de la percepción que el coachee tenga de los problemas a los que se enfrenta. Los autores mencionan el ejemplo clásico de ver el vaso medio vacío en lugar de medio lleno, para contrastar la actitud pesimista frente a otra optimista dentro de la misma situación. Según esta estrategia, el éxito del objetivo depende de la forma en la que se enfoca la situación, se trataría entonces de que el coachee moldee sus pensamientos para re-enmarcar las situaciones, y crear a través de este trabajo mental una realidad a la que no le teme, y que incluso es placentera. Es como si pudiéramos modificar la sensación incómoda y de alerta de estar frente a un problema, y transformarla en ganas de enfrentar un reto con la seguridad de tener los recursos necesarios, que nos hacen creer que lo cumpliremos satisfactoriamente.
Por su parte, García, Jurado & Ruano (2011) mencionan que el re-encuadre es una técnica altamente efectiva que nos permite ver las situaciones desde ópticas distintas y obtener así significados distintos, supone entonces volver a encuadrar, y lograr que el cerebro omita cierta información y preste atención sólo a aquello que le parece relevante, de manera que se vuelva más eficiente. Siguiendo esta secuencia, se entiende que el cerebro humano es capaz de discernir a qué tipo de información le presta atención, y que esa capacidad puede ser aprovechada por los intereses personales del coachee. Adicionalmente, O´Connor & Seymour (1993) ejemplifican el re-encuadre a través de las metáforas, como en el caso de los cuentos de hadas, en los que gracias al re-encuadre lo que parece ser mala suerte, se convierte en buena suerte. En congruencia, la técnica del re-encuadre implica identificar cómo el coachee percibe la situación y virar esta percepción a una que le convenga para que tenga más posibilidades de actuación, y por ende de éxito.
Entrelazando los conceptos de la Programación Neurolingüística con el modelo GROW aplicado al coaching, y la necesidad de que el coachee se establezca objetivos finales y de rendimiento, una de las habilidades de la Programación Neurolingüística es desarrollar la posibilidad de que el coachee formule sus objetivos de tal forma que estos puedan ser alcanzados con un mayor grado de éxito. De acuerdo a lo expuesto por León (2010), una de las aportaciones principales del Coaching de Programación Neurolingüística es la extraordinaria precisión y por tanto probabilidad de lograr objetivos, según el autor, representar en términos positivos lo que se desea ayuda al cerebro a identificarlo, sin distracciones de pensamientos negativos.
Según Ospina (2012), la Programación Neurolingüística es capaz de suministrar patrones potentes y eficaces para producir cambios y generar nuevas opciones proporcionando estados de excelencia humana en períodos muy breves y de manera permanente. Para ello, el coach puede acompañar al coachee desde su situación presente hacia la situación deseada haciendo uso del Coaching Empresarial con Programación Neurolingüística, el mismo que se apoya en las habilidades que debe practicar el coach de: a) calibrar, b) crear sintonía, c) tener posiciones perceptuales, d) preguntar; y, e) brindar retroalimentación honesta y retadora al coachee.
En conclusión, la Programación Neurolingüística tiene múltiples beneficios que se extienden a través de las estrategias que ofrece. Mediante el uso de éste sistema, el coach será capaz de desarrollar la habilidad de ayudar al coachee a crecer como persona, mejorando significativamente su calidad de vida. Adicionalmente, puede hacer uso de la estrategia que mejor le convenga al coachee dependiendo de las circunstancias limitantes que lo bloquean o lo hacen infeliz. El coach será capaz de desarrollar en el coachee mejores herramienta de comunicación, y así también lograr mejor influencia en él usando las estrategias de la Programación Neurolingüística. Finalmente, es un sistema que sirve a ambas partes, al coach en el desarrollo de su especialidad, y al coachee en su desarrollo personal. Se entiende de lo expuesto, que éste último será capaz de enfrentar sus circunstancias limitantes con una actitud distinta de identificación de retos y no de problemas, con una fuerte motivación a enfrentarse a esa situación que antes lo atemorizaba, eliminando los sentimientos de culpa y ansiedad.
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