RESILIENCIA DE LOS ESTUDIANTES CON PROBLEMAS DE APRENDIZAJE FRENTE A SU SISTEMA INQUISIDOR SOCIOCULTURAL .docx

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No es fácil esta tarea pero si es necesaria hacerla y cambiar el paradigma de la exclusión disfrazada que se da en el ámbito escolar, admitiendo que no se están haciendo los esfuerzos necesarios para que los estudiantes de la escuela que se salen de los niños promedio puedan alcanzar los conocimientos que le son negados y logrando una autoconfianza de las capacidades que puede llegar a alcanzar a pesar de la taxonomía que propone el ámbito clínico, especialmente en el DMS-5 y CIE 10, que los tacha con unos seudónimos que no aportan mucho para que logren superar sus desmotivaciones o incluso su “problema”.

En el artículo trastornos del aprendizaje de Fernández de Perez, se aclara que: “A finales de la década pasada se consideraba que aproximadamente el 12% de una población necesitaba servicios educacionales especializados y de ella el 11% presentaba problemas de aprendizaje Taylor y Sternberg, (1989), aunque el tamaño exacto de dicha población resulta difícil determinarlo, por la naturaleza subjetiva de muchas de las definiciones Taylor y Sternberg, (1989), citado por Morenza, (1996)” (Fernández Pérez de Alejo, 2012). Mostrando la necesidad de llevar a cabo planes de intervención que permitan la actuación interdisciplinar tanto psicopedagógica (psicólogo, profesor y compañeros), que conjunto la red de apoyo permitirán alcanzar la solución de los problemas que se le presenten llevando vinculada la autoconfianza en el mismo y en los otros, permitiendo que el éxito este a su alcance, porque un ambiente propicio le ha permitido

Es así, como Nikashina denota la necesidad de desarrollar la habilidad de adquirir conocimientos de forma independiente (Fernández Pérez de Alejo, 2012), haciendo necesario que se diseñe y adapte un plan curricular para la escuela regular y la especial que permita dar respuesta a las necesidades de los niños, reiterando la importancia de reconocer e identificar las necesidades y las potencialidades de los escolares, haciendo un llamado a la atención de las características específicas de los chicos. Permitiendo avanzar significativamente, debido a que la evaluación que se plantea es diferente, al igual que los tiempos deben privilegiarse en ellos, porque su procesamiento de información e interpretación y su debida manifestación a veces pueden tardar, porque solo se debe potencializar sus capacidades y su aprendizaje independiente, que debe tener un carácter particular que rompa los esquemas, de que lo diferente es malo y rescatando el valor de colaboración por parte de sus pares y sus docentes que se involucra con el proceso de compañerismo, rechazando todo tipo de competencia, discriminación o incluso Bull ying que se pueden llegar a presentar y puedan afectar todo el proceso de la red de apoyo.

Bibliografía

Carboni-Román, A., del Río Grande, D., Capilla, A., Maestú, F., & Ortiz, T. (2006). Bases neurobiológicas de las dificultades de aprendizaje. REV NEUROL , 175.

Peñaloza Páez, J. A. (2013). DIFICULTADES DE APRENDIZAJE. Atlante. Cuadernos de Educación y Desarrollo, 5.