Además de la escuela, la familia y comunidad, ¿cómo aprenden los niños?.

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Por otro lado la importancia de que exista la escuela pública radica en su objetivo principal que es la accesibilidad de toda población a una educación y así generar niveles de instrucción deseables para la obtención de una ventaja competitiva en esta sociedad. Siempre se ha escuchado que la educación pública carece de valores, de la misma formación que se supone debe brindar al estudiantado, pero precisamente es donde radica la gran variedad de ideologías, clases sociales, políticas que hacen que ésta educación sea diversificada, pero cuando las escuelas públicas funcionan, actúan para reunir niños de todas clases, razas, religiones como lo menciono anteriormente y son los padres de familia y también en gran medida el sistema de gobierno de cada país quien debe transformar esta realidad y encarar la tarea de transformarla en un lugar donde los niños se puedan formar bien y aprender bien, es decir, para la vida, seres humanos íntegros con valores y capaces de aportar a la sociedad.

El juego es un derecho propio de la niñez, es el medio por el cual ellos van interiorizando las experiencias de su entorno y así generar un aprendizaje y conocimiento de todo aquello que lo rodea. Por ello padres de familia y cualquier adulto que esté a cargo de un infante debe tomar la iniciativa de proteger este derecho, al tiempo y el espacio en donde se propicie con imaginación y libertad, puesto que es necesario para su maduración neurológica, cognitiva y emocional. Por lo tanto se requiere que las instituciones educativas brinden espacios, materiales suficientes y pertinentes para que los niños desarrollen esta habilidad, permitan el desafío y la manipulación de materiales y vivan las experiencias derivadas de ello; de lo contrario la perdida de la salud física y mental de los niños cuando no juegan, es algo que por desgracia podemos ver con bastante frecuencia y claridad cuando no se carecen de estos espacios apropiados para llevarlo a cabo. El juego en la niñez es el equivalente a la salud mental debido a que dentro de la estructura del niño, él crea y resuelve conflictos de naturaleza física, intelectual y social, hace la representación de su mundo y como puede salir avante de éste.

Éste proceso de aprendizaje e interiorización tan importante en cualquier niño, hoy en día se está viendo afectado y comprimido por el impacto que han tenido los medios de comunicación y la tecnología, ha venido a sustituir en gran medida al juego. Están siendo sometidos y bombardeados de imágenes cada vez más violentas hecho que hace que ellos reproduzcan estos actos por imitación de lo que ven, de lo que escuchan y de esta manera se está contribuyendo a formar futuros adultos carentes de empatía, incapaces de manifestar sentimientos positivos en bien de una sociedad, por el contrario se están acostumbrado a que esos sucesos son parte de una cotidianeidad en la vida.

CONCLUSIÓN

De esta manera concluyo, que la escuela, la sociedad y la familia son un lazo indestructible y vital para la formación de individuos. Que hoy en día los problemas que se derivan en la ausencia de “educación” no provienen de los aspectos científicos innovadores que existen, sino que de la tan compleja falta de valores.

Por lo tanto en un mundo donde la escuela y la familia están sometidos a muchos cambios, debemos coadyuvar a que los niños se sientan dentro de las escuelas “a salvo” afirmando o en su caso inculcando los valores que sean necesarios y perdurables para la vida misma; aun cuando se les enseña que deben ser autónomos, críticos, abiertos al conocimiento que puede cambiar las formas. Cuando el niño se desenvuelve en un entorno familiar y en una sociedad estable –que no se da en la actualidad- pues tendrá un sin fin de oportunidades, calidad de vida y salud mental, mientras tanto si la sociedad está en conflicto y el futuro es incierto entonces vendrán los problemas y será más difícil que los niños crezcan con identidad y valores.

Con todo esto es necesario que nuestra práctica docente se transforme de inmediato, que generemos alumnos tolerantes al miedo pero también con la fuerza para enfrentarlo, con capacidad de asombro, intelectualmente autónomos, que sean altruistas y que gocen trabajando en bien de los demás y que comprendan ésta sociedad. La capacidad de amar y trabajar tiene más sentido en una sociedad dedicada a sólo oprimir botones y mecanizar la vida ya que despoja a todo individuo de sus sentimientos más profundos de identidad como hombre y mujeres dignos.