CONTRATO CON OBLIGACIONES CON CLAÚSULA PENAL, COMENTARIO Y ANÁLISIS

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COMENTARIO:

A partir de lo indicado al comienzo de este trabajo y del sentido que tiene esta norma, la frase “obligaciones con cláusula penal” parece no ser la adecuada. En efecto, no debería emplearse la preposición “con”, ya que la cláusula penal es, en sí misma, una obligación accesoria pero obligación al fin. Por dicha razón debió utilizarse la frase “obligación de cláusula penal” empleada en otros artículos, “obligación consistente en una cláusula penal” o, directamente, la frase “cláusula penal”.

Y como ya me he referido anteriormente un contrato que contenga una obligación con cláusula penal es aquella prestación que el deudor se compromete a satisfacer al acreedor, o viceversa, para el caso de incumplimiento o de cumplimiento defectuoso o retrasado de la obligación principal. Constituye, por tanto, una garantía o medio de presión del cumplimiento de la obligación principal, al asegurar al acreedor el cumplimiento mediante la imposición al deudor de una sanción en caso de incumplimiento o de cumplimiento defectuoso o retrasado; es decir, refuerza el vínculo obligacional con el establecimiento de una pena o sanción y de esta forma estimula el cumplimiento normal del contrato. Además facilita la exigibilidad del crédito.

La prestación, pena o sanción a cargo del deudor y a favor del acreedor, o viceversa, consiste casi siempre en la entrega de una suma de dinero. Puede consistir en el pago de una cantidad de una sola vez o varias en repetidas veces o que se quede el acreedor con la parte del precio ya recibida del deudor o sólo con una parte de él. Lo cierto es que la variedad de cláusulas penales puede ser tan grande como lo es la imaginación humana. No hay otra limitación que la establecida en general por el ordenamiento jurídico para la contratación.

Por último puedo acotar según esta cláusula penal, me parece muy bien, excelente este tipo de garantías que se pueden realizar en estas convenciones entre las partes para llegar a finiquitar de la mejor manera este acuerdo al que han llegado, aunque debo recalcar que si me parece un poco mal que a través del tiempo se haya ido perdido paulatinamente el valor o el poder de la palabra del ser humano al momento de acordar o pactar un negocio y tener que recurrir a este tipo de formalidades en este tiempo es lo mejor para garantizarnos a nosotros mismos no ser partícipes de una estafa y de tener más seriedad al momento de realizarlos.

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