Capitulo 9. Un cambio de mirada: de la patología a las fortalezas familiares

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En las situaciones de crisis todos somos más vulnerables a las provocaciones, por lo tanto los vínculos son más frágiles. Es en estos momentos cuando se necesitan actitudes y capacidades relacionadas con la función de sostén de los vínculos.

Resiliencia de las familias con un miembro con discapacidad

Se requiere identificar ciertos procesos interaccionales esenciales que permiten a las familias soportar y salir airosas de los desafíos vitales que enfrentan a consecuencia de la condición discapacitante de uno de sus miembros.

Lo que precisamos son herramientas conceptuales orientadas a los puntos fuertes, capaces de guiar nuestras intervenciones. La resiliencia brinda tales herramientas.

Entre los factores protectores familiares que hemos registrado figuran los siguientes:

- Capacidad de establecer redes sociales y encontrar en ellas fuentes de apoyo, sostén y ayuda

- Fortalecimiento de la relación de la pareja

- Buen nivel de autoestima, de por lo menos uno de los integrantes adultos del medio familiar.

- Buen nivel de comunicación a nivel familiar acerca de la temática de la discapacidad y de las emociones

- Posibilidad de disfrute de las circunstancias de la vida.

- Predominio de emociones vinculadas con el optimismo y la esperanza

- Sentido del humor

- Poder de flexibilidad

- Posibilidad de creatividad

- Posición activa y capacidad de iniciativa

- Tendencia a desculpabilizarse

- Funcionamiento familiar que no gira en forma exclusiva alrededor de las discapacidad

- Capacidad de cooperación, solidaridad, colaboración y sunción de responsabilidades compartidas

- Actitud entre los miembros de la familia de conformarse, alentarse, reconocerse, estimularse.

No podemos generalizar que estos factores protectores enumerados sean característicos de todas las familias que han salido fortalecidas de la situación. Un factor protector para una familia puede no serlo para otra, por otro lado, un factor resiliente en algún momento del ciclo familiar puede no serlo en otro.

Estrategias de intervención con este tipo de familias desde la perspectiva de promoción de la resiliencia

La promoción de la resiliencia no es tarea de un sector determinado, sino de todos aquellos trabajadores de la salud y la educación que tiene algún tipo de contacto con la familia. Cada uno de los profesionales puede constituirse en “tutor de la resiliencia familiar”.

Una estrategia de intervención desde la perspectiva de la promoción de la resiliencia requiere de varios momentos:

- Primer momento de evaluación diagnóstica de la familia, mediante la cual se puedan llegar a identificar sus fortalezas y debilidades. O sea se discriminaran factores de riesgo y factores protectores familiares.

- Segundo momento de puesta en práctica de diferentes estrategias de fortalecimiento de los factores protectores o factores resilientes.

Las familias no deben ser puestas solamente en un lugar pasivo-receptivo acentuando los apoyos y las soluciones que otros pueden ofrecerles desde afuera, sino que es imprescindible también adjudicarles un lugar activo y de protagonistas en la búsqueda de sus propios recursos, capacidades y fortalezas.

“Alentar una imagen positiva de la familia siempre ayuda al cambio”.