Liderazgo basado en las teorías de: Características, Comportamientos y Contingencias

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No obstante, esta teoría sigue dejando de lado el factor situacional. Por ejemplo, en una fábrica donde el total apego a los procesos es indispensable para la producción, y donde el mínimo error puede resultar muy costoso, un líder orientado a las relaciones probablemente fracasará al poner su relación con los empleados por encima de vigilancia estricta de sus tareas. En caso contrario, un líder orientado a la tarea, puede no tener mucho que hacer como director de cine. La película “Salve Cesar”, estrenada recientemente, muestra al personaje de Eddie Mannix (un director de cine) enfrentando exitosamente los retos de su día a día a través del conocimiento de las personas y su relación con ellas. Un ejemplo de ello es cuando, después de reprender violentamente a un actor para que éste dejará de pensar tonterías, le dice suavemente que salga a escena a ser una estrella. Talvez el ejemplo contado no tenga el mismo impacto, pero cuando vi en pantalla la expresión de los personajes, creí totalmente en la influencia de las palabras del director en el desempeño del actor.

Las teorías de contingencia o situacionales vienen a llenar este hueco en la teoría del comportamiento. Estas sostienen que el liderazgo depende de la relación entre la situación organizacional, el estilo del líder y la disponibilidad del seguidor.

Los estudios que conforman las teorías de contingencias son: modelo de Fiedler, teoría situacional de Hersey y Blanchard, teoría del intercambio de miembro a líder, modelos de ruta-meta y de participación de líder.

Los resultados de estas investigaciones son modelos que combinan los tres factores (líder, situación y seguidor) y proporcionan información de cada combinación como resultado de su posicionamiento en una gráfica. Pero no es objeto de este trabajo abarcarlas todas, ni son necesarias para, llegados a este punto, contestar a la interrogante de si cualquiera puede ser un líder.

La respuesta es Sí.

En la película de Disney, Ratatouille, un personaje sostiene que cualquiera puede cocinar, al principio no estuve de acuerdo con la frase, evidentemente no cualquiera puede cocinar, sin necesidad de odiar la cocina, yo lo hago terriblemente mal. Pero después entendí a qué se refería. No es que cualquiera pueda cocinar, es que un buen cocinero puede proceder de cualquier lado y tener características totalmente fuera de lo convencional o esperado. ¡Era una rata!

Así también, creo que un líder puede surgir de cualquier lado, poseer características diferentes, incluso no asociadas con el liderazgo –como la introversión– y aun así, ser excelente. Lo único que necesita es fijarse objetivos, tener determinación para alcanzarlos e inspirar a sus colaboradores.

Las habilidades se pueden aprender y las situaciones buscar. Profundizando en esto último, Newstrom dice acerca de la flexibilidad situacional: “La tarea clave de un líder es reconocer diferentes situaciones y adaptarse a ellas de manera consciente”. Sí bien es cierto que los líderes se enfrentan a situaciones donde la reacción ideal es estar tranquilo, mientras que en otras es mejor mostrarse decidido o controlador, creo que todas las situaciones deberían estar en un marco similar. Es decir, un líder debería ejercer esa flexibilidad sólo hasta cierto punto.

Creo firmemente que las personas deben ser felices con lo que hacen, y sí es parte de la personalidad de alguien ser sensible, comprensivo o empático; talvez no tendrá suerte como líder de un equipo deportivo, pero sí como un gerente de recursos humanos.

En General Electric existe un puesto denominado Senior Enginner, es un título otorgado a los líderes técnicos de la organización y son los responsables de la calidad de entrega al cliente. En mi gerencia de 50 personas hay 2, uno de ellos, Sergio Díaz, es una persona introvertida y seria, pero es curioso ver como en las juntas del equipo de liderazgo, ante los temas de debate, incluso sí son de recursos o fechas, todo mundo lo voltea a ver (no al otro Senior Engineer, a él), como con una invitación no verbal para que diga que piensa, y él lo hace, como siempre, con una claridad y estructura en sus ideas admirable. Para mi Sergio Díaz es el vivo ejemplo de la ley de EF Hutton de John Maxwell para distinguir a un líder, porque cuando él habla, todos escuchan.

Un ejemplo más lo proporciona el mismo John Maxwell cuando cuenta como Abraham Lincoln no pudo superar la Ley de la Influencia. En 1832, Lincoln participó en el ejército combatiendo en la guerra contra el Halcón Negro, en un principio como capitán de la compañía, pues él mismo la había formado; pero mientras otros mostraban aptitudes para la milicia y aumentaban su poder de influencia, Lincoln luchaba contra su inhabilidad para recordar los procedimientos militares más sencillos. Como consecuencia de ello, su poder de influencia disminuyó y finalmente se encontró con que el puesto de soldado raso era el más adecuado para él2.

Talvez era muy joven, talvez le faltaba experiencia en cuestiones militares; pero talvez tuvo la oportunidad de aprender y no lo hizo porque simplemente no era lo suyo. Era muy malo para aprender procedimientos, pero era muy bueno para tocar el corazón de las personas. Era la política y no la milicia donde debía estar.

Un líder no necesariamente es la persona más carismática, energética o la que más se nota, un líder puede ser una persona introvertida que tiene la capacidad de poner en orden sus ideas y estructurarlas de manera ordenada y simple; inclusive puede ser alguien que no sabe dar discursos apasionados y motivantes porque sus actos y ejemplos son admirables y a través de ellos conecta con las personas; puede ser alguien que sabe definir sus prioridades; que sabe trazar la ruta; que hace sacrificios cuando es necesario; que se rodea de personas brillantes y les otorga poder cuando es el momento de hacerlo; que ayuda a la formación de nuevos líderes2.

Jurgen Klaric es un boliviano que durante muchos años se dedicó a la mercadotecnia. Su entendimiento del ser humano y la cultura latinoamericana, así como el amor por su país, lo han llevado a dejar las ventas y dedicarse a cambiar la mentalidad del latino, a enseñarlo a ser próspero, no solo económicamente, sino también espiritualmente. Fundó una plataforma educativa en línea sin fines de lucro llamada biialab, donde comparte sus conocimientos y forma nuevos líderes que luego se integran a su equipo de trabajo. Es una persona carismática y desenvuelta cierto, pero no es eso lo que inspira a las personas, es el ejemplo de amor por su país, su cultura y su gente lo que a mí me hace admirarlo y seguirlo.