Proyecto Educativo de Centro, Instrumento que identifica las Instituciones Educativas

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El contenido de este tipo de proyectos está centrado en el principio de identidad de la institución. En su elaboración intervienen todos los sectores de la Comunidad Educativa y debe ser aprobado por el Consejo Escolar del Centro. Con este se precisa, sistematiza y justifica el planteamiento educativo del Centro en un documento. Este tiene como intención poner de manifiesto lo que de manera implícita se realiza ya en la institución.

Este tiene diversas características, las cuales se pueden resumir de la siguiente manera:

• Es singular, propio y particular de cada Centro.

• Contempla aspectos formativos, de convivencia, organización, gobierno...

• Debe ser susceptible de modificaciones de acuerdo al proceso que se lleve día a día.

• Debe partir del análisis de la realidad y funcionar como instrumento de mejora del Centro.

• Debe tener una interrelación entre los objetivos con los modelos educativos a seguir y la organización y la gestión.

• Implicar un compromiso formal de los distintos sectores de la Comunidad Educativa en su ejercicio y desarrollo.

• Responder a las necesidades e intereses del Centro de manera global y real.

Dicho de otro modo, está constituido sobre todo por el conjunto de principios que, además de constituir a la comunidad como tal, sustentan las decisiones que se adoptan en el conjunto de planes y proyectos. Los principios más adecuados para configurar el proyecto educativo de un centro son aquellos que puedan contribuir a resolver el problema por excelencia de toda la educación.

Según Coll (1989) “El Proyecto Educativo de Centro incluye aspectos tales como objetivos prioritarios y básicos, formas de organización y coordinación, organigramas, reglas de funcionamiento”. Lo que significa que es un documento de mucha importancia para toda institución educativa porque permite establecer prioridades. Además, al definir los objetivos institucionales concentra las acciones alrededor de un eje que reúne los esfuerzos individuales y armoniza la tarea docente con el resto del colectivo institucional Es la producción singular, propia y específica de cada institución, elaborada por todos sus miembros. En otras palabras, son imprescindibles porque con estos es como conocer la vida o el corazón de la escuela. Aunque Pérez, (2006) afirma “No es de extrañar que haya quien, basado en la cruda realidad de la experiencia cotidiana, se pregunte por la importancia real del Proyecto Educativo y se conteste que no es un marco imprescindible, pues hay muchos centros que no lo tienen escrito y no por ello funcionan peor”. No obstante, al tener este tipo de documento las escuelas están más identificadas y organizadas.

En este sentido Ainscow et all, (2001:55) plantean que “Las investigaciones realizadas hasta el momento ponen de manifiesto que el éxito escolar está asociado a un sentimiento de identidad y de participación entre los alumnos, el profesorado, los padres y la comunidad en su sentido más amplio”. Es por ello que para su elaboración debe tomarse en cuenta no solo la dirección del centro, sino toda la comunidad educativa.

En definitiva el funcionamiento de un centro tiene como marco general el Proyecto Educativo de Centro que es la identidad del mismo y que responde a las preguntas de: ¿Dónde estamos?, que es el análisis del contexto; ¿Quiénes somos? que se refiere a los principios de identidad; ¿Qué queremos?, es decir los objetivos generales que se quieren lograr y ¿Cómo nos vamos a organizar para conseguirlo? Esto se refiere al organigrama donde se presentan las funciones de cada miembro de la comunidad educativa.

Cabe destacar que son de vital importancia para el mejor funcionamiento de las instituciones educativas; ya que ayudan a conocer mejor todo lo que engloba el centro educativo. Por esta razón, deben ser asumidos como una herramienta útil del centro, no de forma impuesta por el MINERD o los Distritos Educativos. Este debe ser un documento que le facilite el funcionamiento a los centros educativos y por ello cada miembro de la comunidad educativa debe conocerlo y participar en su elaboración. Además hay que ir modificándolo de manera constante en busca de mejorar la calidad del centro y por ende las de todos los involucrados en el mismo.