Zara y H&M

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- “(…) la dimensión religiosa cuyo origen estaría en los conflictos de la infraestructura económica, se orienta hacia una fraternidad mesiánica sin relación a Dios. Materialista y ateo, el humanismo marxista reduce el ser humano en última instancia a las estructuras exteriores” (Documento de Puebla III Conferencia General del Episcopado Latinoamericano p. 64).

- “Libertad que es a un tiempo don y tarea. Libertad que no se alcanza de veras sin liberación integral y que es, en un sentido válido, meta del hombre según nuestra fe” (Documento de Puebla III Conferencia General del Episcopado Latinoamericano p. 65).

- “Sólo la aceptación y el seguimiento de Jesucristo nos abren a las certidumbres más reconfortantes y a las exigencias más apremiantes de la dignidad humana, ya que ésta radica en la gratuita vocación a la vida que el Padre celestial va haciendo oír de modo nuevo, a través de los combates y las esperanzas de la historia” (Documento de Puebla III Conferencia General del Episcopado Latinoamericano p. 65).

- Por la libertad, proyectada sobre el mundo material de la naturaleza y de la técnica, el hombre —siempre en comunidad de esfuerzos múltiples— logra la inicial realización de su dignidad: someter ese mundo a través del trabajo y de la sabiduría y humanizarlo, de acuerdo con el designio del Creador (Documento de Puebla III Conferencia General del Episcopado Latinoamericano p. 66).

- “Pero la dignidad del hombre verdaderamente libre exige que no se deje encerrar 86 en los valores del mundo, particularmente en los bienes materiales, sino que, como ser espiritual, se libere de cualquier esclavitud y vaya más allá, hacia el plano superior de las relaciones personales, en donde se encuentra consigo mismo y con los demás. La dignidad de los hombres se realiza aquí en el amor fraterno, entendido con toda la amplitud que la ha dado el Evangelio y que incluye el servicio mutuo, la aceptación y promoción práctica de los otros, especialmente de los más necesitados” (Documento de Puebla III Conferencia General del Episcopado Latinoamericano p. 66).

- “Pero a la actitud personal del pecado, a la ruptura con Dios que envilece al hombre, corresponde siempre en el plano de las relaciones interpersonales la actitud de egoísmo, de orgullo, de ambición y envidia que generan injusticia, dominación, violencia a todos los niveles; lucha entre individuos, grupos, clases sociales y pueblos, así como corrupción, hedonismo, exacerbación del sexo y superficialidad en las relaciones mutuas . Consiguientemente se establecen situaciones de pecado que, a nivel mundial, esclavizan a tantos hombres y condicionan adversamente la libertad de todos” (Documento de Puebla III Conferencia General del Episcopado Latinoamericano p. 66-67).

-“libres, no sometidos inexorablemente a los procesos económicos y políticos, aunque

humildemente nos reconocemos condicionados por éstos y obligados a humanizarlos” (Documento de Puebla III Conferencia General del Episcopado Latinoamericano p. 68).

H&M

- Según el documento del Magisterio Eclesial Laborem Excersens:“El hombre es el camino primero y fundamental de la Iglesia” (Carta Encíclica Redemptor Hominis, 14: AAS 71 1979, p. 284)

- “La Iglesia considera deber suyo recordar siempre la dignidad y los derechos de los hombres del trabajo, denunciar las situaciones en las que se violan dichos derechos, y contribuir a orientar estos cambios para que se realice un auténtico progreso del hombre y la sociedad” (Carta Encíclica Laborem Excersens p. 3)

- “La Iglesia está convencida de que el trabajo constituye una dimensión fundamental de la existencia del hombre en la tierra” (Carta Encíclica Laborem Excersens p. 5)

- “La Iglesia al hacer referencia al hombre, ella trata de expresar los designios eternos y los destinos trascendentes que el Dios vivo, Creador y Redentor ha unido al hombre” (Carta Encíclica Laborem Excersens p. 5)

- “El hombre es la imagen de Dios (…) en la realización de este mandato (el trabajo), el hombre, refleja la acción del misma del Creador del Universo” ((Carta Encíclica Laborem Excersens p. 6)

- “Haciéndose – mediante su trabajo – cada vez más dueño de la tierra y confirmando todavía – mediante el trabajo – su dominio sobre el mundo visible, el hombre se coloca en la línea del plan original del Creador” ((Carta Encíclica Laborem Excersens p. 6)

- “(…) también en la época del trabajo cada vez más mecanizado, el sujeto propio del trabajo sigue siendo el hombre” ((Carta Encíclica Laborem Excersens p. 7)

- “Como persona, el hombre es pues sujeto del trabajo” (Carta Encíclica Laborem Excersens p. 9)

- “(…) el fundamento para determinar el valor del trabajo humano no es en primer lugar el tipo de trabajo que se realiza, sino el hecho de que quien lo ejecuta es una persona” (Carta Encíclica Laborem Excersens. Las fuentes de la dignidad del trabajo p. 9)

- “(…) es cierto que el hombre está destinado y llamado al trabajo; pero, ante todo, el trabajo está “en función del hombre” y no el hombre, “en función del trabajo”. (Carta Encíclica Laborem Excersens p. 10)

- “(…) en fin de cuentas, la finalidad del trabajo, de cualquier trabajo realizado por el hombre – aunque fuera el trabajo “más corriente”, más monótono en la escala del modo común de valorar, e incluso el que más margina- permanece siempre el hombre mismo” (Carta Encíclica Laborem Excersens p. 10)

- “(…) el peligro de considerar al trabajo como una “mercancía de sui generis”, o como una anónima “fuerza” necesaria para la producción, existe siempre, especialmente cuando toda la igual de la problemática económica está caracterizada por las premisas del economismo materialista” (Carta Encíclica Laborem Excersens p.10)

- “El hombre, (…), sea tratado como un instrumento y no según la verdadera dignidad de su trabajo, o sea como sujeto y autor y, por consiguiente, como verdadero fin de todo el proceso productivo” (Carta Encíclica Laborem Excersens p. 11)

- “(…) la reacción contra la degradación del hombre como sujeto de trabajo del trabajo, y contra la inaudita y concomitante explotación en el campo de las ganancias, de las condiciones de trabajo y de previdencia hacia la persona del trabajador” (Carta Encíclica Laborem Excersens p. 12)

- “(…) situación favorecida por el sistema socio-político liberal que (…) afirmando que el trabajo humano es solamente instrumento de producción, y que el capital es fundamento, el factor eficiente,