INVESTIGAR CUALES SON LAS BACTERIAS QUE OCASIONAN INFECCIONES EN LAS VÍAS URINARIAS.
Enviado por Albert • 19 de Noviembre de 2018 • 3.048 Palabras (13 Páginas) • 438 Visitas
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En el caso de las mujeres con menopausia, utilizar una crema de estrógenos es eficaz a la hora de reducir las posibilidades de contraer una cistitis.
- Otros consejos específicos para reducir el riesgo de infección en mujeres son:
- Orinar después de cada coito para eliminar posibles agentes infecciosos.
- Evitar la ducha vaginal como método para reducir la posibilidad de embarazo.
- Cambiarse el bañador después de cada baño y evitar el frío en la zona.
Tener precaución con algunos preservativos, cremas espermicidas o el diafragma, ya que no son recomendables para personas propensas a padecer infecciones urinarias. En este caso, se aconseja acudir al especialista para adoptar un método anticonceptivo diferente.
Utilizar cremas lubricantes durante las relaciones sexuales: La irritación vaginal postcoital es una causa muy frecuente de infección en la vejiga; el uso de lubricantes es una forma eficaz de evitar el roce y, por lo tanto, posibles infecciones.
En el caso de los bebés y niños, es importante cambiar los pañales de forma frecuente, así como instruir a los niños en los hábitos higiénicos que deben realizar después de haber orinado o defecado.
Tipos
Bacteriuria: Es la presencia de bacterias que aparecen en un análisis de orina. Durante una infección urinaria, el número de bacterias es superior a 105 (10.000/ml). Es posible realizar un urocultivo e identificar las bacterias presentes en la orina. Es posible realizar un antibiograma para determinar la sensibilidad de la bacteria a los antibióticos. De esta manera, será posible adaptar el tratamiento.
Infecciones de tracto urinario inferior: Son de varios tipos. La cistitis se produce en la vejiga, mientras que la uretritis se localiza en la uretra. En el caso de los hombres, la infección urinaria puede producirse en la próstata (prostatitis) o en los conductos encargados de la producción y excreción del semen (orquiepididimitis).
Infecciones de tracto urinario superior: Se denomina así a otro tipo de infecciones más graves, como la pielonefritis aguda, que afecta a los riñones.
Infecciones urinarias no complicadas: Son infecciones banales que no presentan otras patologías, como la cistitis o pielonefritis.
Infecciones urinarias complicadas: Cuando existen otras patologías como alteraciones metabólicas, inmunodepresión o la aparición de patógenos inusuales. Pueden afectar tanto a niños como a mujeres embarazadas y hombres.
Infecciones urinarias recurrentes: Son infecciones que vuelven a aparecer causadas por el mismo microorganismo o por otro.
Infección urinaria crónica: La infección urinaria se cronifica cuando no termina de desaparecer a pesar de los tratamientos.
En este caso la investigación se inclinó al estudio de las bacterias.
Muchos gérmenes distintos pueden invadir el tracto urinario, pero los microorganismos más frecuentes son los bacilos gramnegativos como:
- Escherichia coli: Provoca el 80 % de las infecciones urinarias agudas en general.
- Proteus y Klebsiella son las bacterias aisladas con más frecuencia en personas con litiasis.
- Enterobacter, Serratia y Pseudomonas.
Entre las bacterias Gram positivas encontramos:
- Staphylococcus saprophyticus
- Staphylococcus aureus: Cuando está presente debe descartarse la contaminación urinaria por vía hematógena si el paciente no es portador de sonda urinaria.
Escherichia Coli.
E. coli se caracteriza por poseer bacilos Gram negativos, no esporulante, producción de indol a partir de triptófano, no utilización de citrato como fuente de carbono y no producción de acetoína. Además, fermenta la glucosa y la lactosa con producción de gas.
Como todas las bacteria Gram -, la cubierta de E. coli consta de tres elementos: la membrana citoplasmática, la membrana externa y, entre ambas, un espacio periplásmico constituido por péptido-glucano. Esta última estructura confiere a la bacteria su forma y rigidez, y le permite resistir presiones osmóticas ambientales relativamente elevadas.
E. coli es una bacteria mesófila, su óptimo de desarrollo se encuentra en el entorno de la temperatura corporal de los animales de sangre caliente (35-43 ºC). La temperatura límite de crecimiento se sitúa alrededor de 7 ºC, lo que indica que un control eficaz de la cadena de frío en las industrias alimentarias es esencial para evitar el crecimiento de E. coli en los alimentos. La congelación tiene pocos efectos sobre la población de E. coli en el alimento, y no garantiza la destrucción de un número suficiente de bacterias viables para asegurar su inocuidad. Sin embargo, E. coli es sensible a temperaturas superiores a 70 ºC, a partir de la cual son fácilmente eliminadas; por ello, es muy importante la pasteurización de alimentos como la leche, zumos, etc., para garantizar su eliminación.
Además de la temperatura, el pH y la actividad de agua pueden influir en la proliferación de E. coli. Las condiciones óptimas de desarrollo para estos parámetros son de 7,2 y 0,99 respectivamente. El desarrollo de E. coli se detiene a pH extremos (inferiores a 3,8, o superiores a 9,5), y valores de aw inferiores a 0,94. Por ello, el grado de acidez de un alimento puede constituir un factor de protección y garantizar su seguridad.
E. coli presenta múltiples características y facetas, y constituye el taxón bacteriano mejor estudiado, aunque el conocimiento de las cepas salvajes es aún parcial. Parece, que las facultades de adaptación de esta bacteria son poco comunes, debido a la adquisición de nuevos genotipos a partir de plásmidos, bacteriófagos, y otros elementos que transmiten su material genético. Además, su conocida capacidad de ubicuidad favorece la aparición reiterada de cepas con nuevas propiedades, incluyendo capacidades patógenas no fácilmente reconocibles.
Proteus
Proteus es un género de bacterias gramnegativas, que incluye patógenos responsables de muchas infecciones del tracto urinario.1 Las especies de Proteus normalmente no fermentan lactosa
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